En esta estupenda Villa, y en una hermosa mañana, Vine al mundo en nuestru Oñón, de Mieres la flor y nata.
Nací en casa de Consuelo, tía de mi madre Lala. Mujer de gran corazón, que todo siempre lo daba. En ella encontré el cariño y todo cuanto anhelaba, junto a su Aurelio y Ramón...y su Pepina del alma nunca encontré regañina y siempre buenas palabras.
Y con gente tan bondadosa, mi niñez muy bien pasaba , por la caleya del hórreo, junto la casa la Novala, la de Lucinda y de Eudosia y cerquina de Bernarda, teniendo en el mismo entornu a Gabina y a los Lada, también a Gloria y a Trina y a Jesusa la riberana. Los de Eligio, los Xarricos...y un montón de gente maja, Que nombrándolos a tos haría la lista muy larga.
Y así entre gente tan buena, era como yo gozaba, de una niñez tan feliz, que les penes olvidaba. Penes que en equellos tiempos, la posguerra nos brindaba, pero con estos vecinos, y en el nuestru Oñón del alma, me fueron más soportables, y que ahora siento nostalgia del mejor rincón del mundo, del cual ya, no queda nada. Mas que los gratos recuerdos, que haz un momento apuntaba. Recuerdos que mi memoria, siempre a buen recaudo guarda.
Un adiós de corazón le da el Vasco, y la Pasera al barrio de más solera ¡¡al viejo barrio de Oñón!!
23 mar 2008
En memoria de Oñón y sus gentes
José Luis Lauret (Cuqui)
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