15 sept 2011

¡Asturias, quién lo dijera!

Parte de unos versos escritos en 1991,cuando el encierro de aquellos mineros en protesta por el desmantelamiento proyectado por Hunosa...
Autora, Marinina
Gijón,

Nací en Mieres del Camino en el año 36...
Mi padre, Manolo "el Fraile",
y mi abuelo fue José.
Ambos fueron capataces,
y otros hermanos también.
Pues minero fue mi padre
y minero fue mi abuelo
y, aunque ahora vivo en Gijón,
y hace tiempo con la mina
ya no tengo relación,
siento que hierve mi sangre,
al ver que lo del carbón
ya no lo resuelve nadie.
¡Asturias,patria querida!
¡Asturias de cerviz alta!
¡Cómo doblega tu orgullo
el orgullo que te aplasta,
y el desdén con que te miran
los que gobiernan España!
Y yo, que no te sentia,
pues que tánto recorrí,
siento en el alma una herida
desgarrada y dolorida
por lo que sufro por tí.
¡Asturias,tierra queria!
¡Asturias de mis entrañas!
al ver lo que de tí queda,
de buena gana muriera,
por defender tu bandera
y los colores de España.

5 comentarios:

M dijo...

SIMPLES CAMINANTES

Pensé que ya nada/ me quedaba en Mieres/ al sentirme extraña/ en el paraíso/ de los que celebran/ cada año preciso/ recuerdos de allí...
Y en esta porfía/ de pronto miré/ y ante mi,serena/ estaba la iglesia/ sus torres al cielo/ trayendo el consuelo/ que nos da la fe...
Iglesia bendita/ de San Juan Bautista/ donde un mes de marzo/ del pasado siglo/ hace tantos años/ que me bauticé/ Aunque ya no quede/ piedra sobre piedra/ de aquel "viejo barrio"/ que me vio nacer,/ para recordarme/ que a otras dimensiones/ de eternas mansiones/ debo proyectarme/ tú aun sigues en pie.

Marinina dijo...

AÑOS 90...
Escribía Marinina en aquellos años, cuando entraron los socialistas a dirigir el país y Alfonso Guerra decía que a España no la iba a reconocer ni "la madre que la parió"...escribía tantas cosas ante la impotencia que sentía por todo lo que estaba ocurriendo...aterrada porque de repente, nos unieron con engaños con el Referendun por la conveniencia de OTAN SÏ, OTAN NO... viendo marchar a aquellos pobres chavales en el barco hacia el Golfo Pérsico...cuando Felipe nos había engañado diciendo que nadie haciendo la mili sería enviado fuera de España...y ya, unidos irremediablemente con el resto de Europa, yo que como Dinamarca hubiera deseado decir "NO", pues pronto se empezaron a vislumbrar los resultados desmantelando "todo lo nuestro"...Marinina, angustiada e impotente decía, pues así:

¡Adiós, Asturias del alma!
¡Cuánto siento tu desdicha!
¿Qué puedo hacer yo por tí?
Por mucho que me resista,
aunque la razón me asista,
nada podré conseguir...
¡Cuánto tendrá que sufrir
el sencillo labrador!
No lo dejarán vivir...
Adiós a nuestra tierrina,
patatines y manzanes,
adiós a nuestro carbón,
adiós a nuestros metales,
adiós con el corazón...
pues nuestras identidades,
ya nos las han de llevar,
junto con nuestros caudales...

Marinina dijo...

EN ESTE BARRIO NACÍ

En éste barrio de Oñón
un invierno yo nací,
por este barrio jugué,
en este barrio crecí.
En este barrio lloré
y en este barrio reí;
en este barrio sé bien
que intensamente viví.
Y al morir mi viejo barrio,
tanto dolor padecí,
que al ver que todo se fue,
siento que con él morí.

Marinina dijo...

Que Marinina haya escrito en el año 1991 este pequeño verso:¡Asturias, quién lo dijera! en favor de aquellos mineros que reclamando justicia se encerraron en la mina, no quiere decir que hoy en día esté de acuerdo con los peligrosísimos follones que montan con sus violentas manifestaciones, en este tiempo y situación tan complicado para todos...¿Acaso lo que buscan es meternos en otra guerra cuyas consecuencias serían mil veces peor que la del pasado siglo?...Entonces sí que la ruina sería ruina, y la mayor miseria acompañaría a nuestros hijos y nietos, generación tras generación...¡Por favor! mejor que alborotar y seguir jugando irresponsablemente a quitar a unos para ponerse los otros, arrimen el hombro, aportando soluciones para sacarnos de este callejón que parece no tener salida donde todos estamos metidos.

Marinina dijo...

Volaste sobre las olas
para surcar otro mar...
y las rosas de tu altar,
en caracolas de espinas,
se volvieron al pasar
por las aguas que caminas:
Niña, si quieres amar,
muy pronto habrás de saber,
que el amor es flor de un día,
y no compensa la herida
que nos depara el placer.

M.L. Años 60