Asturias, ¡quién lo dijera!
Nunca pude yo asumir,/
que en Europa te metieran,/
y aunque algunos no entendieran,/
yo nunca dije que sí.../
ahora somos, -para mi,-/
simples títeres de feria;/
marionetas en la cuerda, /
que no pueden resistir,/
y antes de morir en ella,/
tanto me duele esta tierra,/
que algo quisiera decir.../
Adios a nuestra tierrina,/
patatines y manzanes,/
adios a nuestro carbón,/
y a la industria de metales,/
a nuestro campo y al mar;/
nuestros desvelos y afanes,/
nos los han de arrebatar,/
junto con nuestros caudales.../
Asturias, tierra querida,/
¡qué pena siento por tí!,/
aunque la razón me asista,/
por mucho que me resista,/
nada podré conseguir./
¿Quién iba a decirme a mí,/
que yo era nacionalista?/
Con lo que tengo a la vista,/
hoy puedo decir que sí./
Mª Luz. -
Mª Luz. -